Raymond Carver

Advertencia Al intentar un poema mientras afuera todavía estaba oscuro, tuvo la inconfundible sensación de que le estaban observando. Dejó la pluma y miró a su alrededor. Un momento después se levantó y recorrió las habitaciones de su casa. Miró dentro de los armarios. Nada, claro. Con todo, no quería arriesgarse. Apagó las luces y se quedó sentado a oscuras. Fumó su pipa hasta que pasó la sensación y hubo luz afuera. Bajó la vista al papel en blanco que tenía delante. Luego se levantó y volvió a hacer la ronda de su casa. El sonido de su respiración lo acompañaba. Sólo eso. Evidentemente. Nada. Traducción de Mariano Antolín Rato