Aldo Oliva

 


Movimiento: La desobediencia debida

 

Tal vez algunos, que se decían

solidarios de la Revolución,

marcaron mi ruta, como

un plural designio de este diagrama

de corpúsculos que mi ser asumió.

 

Así, ¿nada sabían de sus

asechanzas de poder, que, en el vértigo

demencial de mi itinerario,

era un orden y no una orden de

las fantasías del Poder? A eso obedecí.

La Revolución que, algunos pensamos

fundaría una Patria, fue iluminándose

de la furia (a veces tácita) de

tenebrosas contraposiciones.

 

¿Cuál, de los polos, entonces,

obedecer?

De ahí que la desobediencia,

una vez discernido el sentido

de la lucha,

esté cerniendo la certeza

de la fuerza troncal del sector,

que en múltiple unicidad,

y aún sin saberlo, impulsan los

Pueblos.

 

De ahí: reverdecer o asumir la muerte.

De ahí, la creación de un poema

que lo escriba y lo diga.

De ahí la historia de un poema

sin historia. De ahí la grandeza

de los que abdicaron de la Grandeza.

 

Aldo Oliva (Rosario, Argentina, 1927-2000), "Ese general Belgrano y otros poemas", 2000, Poesía completa, Editorial Municipal de Rosario, Rosario, 2003

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