Amado Nervo



El fantasma y yo


Mi alma es una princesa en su torre metida,

con cinco ventanitas para mirar la vida.

Es una triste diosa que el cuerpo aprisionó.

y tu alma, que desde antes de morirte volaba,

es un ala magnífica, libre de toda traba...

Tú no eres el fantasma: ¡el fantasma soy yo!


¡Qué entiendo de las cosas! Las cosas se me ofrecen,

no como son de suyo, sino como aparecen

a los cinco sentidos con que Dios limitó

mi sensorio grosero, mi percepción menguada.

Tú lo sabes hoy todo..., ¡yo, en cambio, no sé nada!

Tú no eres el fantasma: ¡el fantasma soy yo!


Amado Nervo

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