Irene Gruss

 



Mutatis Mutandi



Por favor no sufran más

me cansa,

dejen de respirar así,

como si no hubiera aire

dejen el lodo, el impermeable,

y el vocabulario,

me cansa,

la mujer

deje de tener pérdida ese chorro sufriente,

los padres dejen el oficio de morir,

el daiquiri o el arpón

en el anca, y aquel perfume matinal,

la Malasia,

y el Cristo

solo como un perro,

y al amor como

un fuego fatuo,

y a la muerte,

déjenla en paz,

me cansa,

(¿algo ha muerto en mí?:

tanto mejor).

Así que,

valerosos,

amantes,

antiguos,

huérfanos maternales que acurrucaron

al mundo

después

de la guerra,

dejen el rictus,

oigan

y despídanse, por una vez,

sin grandeza.


Irene Gruss

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