Rafael Alberti

 







Atentado


Robada por un pez de acero y lona,

tú, sin malló, dormida,

diste con una estrella que, escondida,

rondaba a Barcelona.

¡Susto en la luz! Teléfonos fundidos.

A los timbres, disparos.

El giratorio idioma de los faros,

los vientos, detenidos.

Y una voz, buzo negro, disfrazada

y en taxi, solicita

volarte el corazón con dinamita.

Mas tu ilesa, sin nada.



Rafael Alberti

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