Santiago Llach
Manifiesto de la literatura del yo
Poetas, abandonemos el secreto profesional.
Las tecnologías del yo nos sacaron la careta.
Los gigantes digitales le entregaron la literatura a la gente común.
Mientras persistimos en el capricho de la demora y de la pausa,
los poetas de Instagram postean sus epifanías
y los poetas de tuiter inventan heterónimos
y los poetas de facebook descubren
las venas abiertas de su sensibilidad.
El verso libre ha muerto; que viva el verso libre.
La inmortalidad ha muerto; que viva la inmortalidad.
Hoy la poesía muere y vive todos los días
en el latido de los bits.
Poetas, hemos perdido la partida.
Poetas, hemos ganado la partida.
Poetas tecnocráticos que hacen propaganda del capitalismo posteando fotos de
carne asada en parrillas de PHs de Villa Urquiza,
poetas heroicas que cursan la difícil maternidad de esta era,
poetas feministas de la vida es mucha queridas y temidas,
poetas infiltrados en la literatura de denuncia,
poetas de la transición analógica,
poetas del fin del patriarcado,
poetas del público alumbrado,
poetas novelistas,
poetas periodistas que finalmente se deciden a contar su historia personal,
poetas delicados que piano piano va lontano aprovechan las ofertas de KLM,
poetas que sentencian a los personajes indeseables de esta nueva era en largos ensayos publicados en revistas digitales,
poetas de Hurlingham y de las afueras de La Plata,
poetas ex ex combatientes,
poetas de la internet profunda que no le temen al mar de los clichés,
poetas que extrañan al gobierno popular,
poetas que instilan poesía en el discurso de las campañas,
poetas de camisa celeste de las nuevas gestiones ministeriales,
poetas de los gráficos y las estadísticas,
poetas escondidos entre la muchachada del excel,
poetas del jardín socialista de las universidades privadas prestigiosas,
poetas del clickbait,
poetas del cambio inorgánico,
poetas del testimonio honesto,
poetas de la nueva inquisición,
poetas que traducen de idiomas exóticos,
antiguos poetas de los blogs,
poetas del reportaje,
poetas de Castelar,
poetas del éxodo rosarino,
poetas de la Línea Maginot de la mente,
poetas que caminan por Cabildo con su papá cuadripléjico,
poetas del talk show,
poetas del negocio de opinar,
poetas de las columnas políticas,
poetas de la patología,
poetas del trauma,
poetas benditas,
poetas jóvenes,
poetas viejos,
poetas que patinan en las bicisendas,
poetas cool,
poetas hijos e hijas de familias importantes,
poetas que cultivan la melancolía del Partido Intransigente,
poetas performáticas,
poetas que organizan lecturas de poesía en PHs con paredes pintadas de colores sombríos,
poetas del conurbano que leyeron a Lorrie Moore,
poetas tentadas por el ensayismo sociológico,
poetas que nunca escribirán sus obras cumbres,
poetas secretas,
poetas en el closet,
poetas infieles,
poetas de la Saint Andrews Scott,
poetas de las tierras del norte,
poetas de los barrios,
poetas de los colegios universitarios,
poetas del deseo,
poetas del deber,
poetas de las orillas del Paraná,
poetas del páramo cuyano,
poetas del mediterráneo,
poetas del ascenso social,
poetas de la culpa militante,
poetas del sincericidio,
poetas tocadas por la musa del error,
poetas vibrantes,
poetas chilenos ebrios de minimalismo y angostura,
poetas uruguayas convocadas por la estepa,
poetas gráficas del Brasil,
poetas de la revolución de las minorías,
poetas al sur del Río Bravo,
poetas que se pasaron inteligentemente a la prosa y poetas que se quedaron en el bunker del verso,
poetas especializadas en cultura pop,
poetas de los doques,
poetas de los arrecifes,
poetas de la Ruta 9,
poetas del Fin del Psicoanálisis,
poetas de los nombres propios,
poetas que escriben sobre la muerte de sus hermanos,
poetas de las schules progresistas de Belgrano R,
poetas de la Escuela del Progreso,
poetas de esta tierra esmerilada,
poetas álmicas,
poetas de la cole,
poetas del precioso accidente,
poetas de bandas de chicas,
poetas que vienen a enseñar,
poetas del embarazo,
poetas de los manuales de edición,
poetas de Bella Vista 90210,
poetas del lírico derrape,
poetas homenaje a Prisión Perpetua de Ricardo Piglia,
poetas hetero,
poetas de Perón Quijano,
poetas de Frigerio Salonia,
poetas de Martínez Raymonda,
poetas del tatuaje secreto,
poetas del fin de la masculinidad,
poetas de la melancolía agraria,
poetas del hummus original,
poetas que venden poesía disfrazada de ciencia en los papers del Consejo Nacional de Ciencia y Técnica,
poetas que predican el futuro,
poetas de la economía,
poetas de la ley,
poetas de la administración de comunidades,
poetas de los newsletters,
poetas liberales,
poetas de la renuncia,
poetas de la edición,
poetas de la sedición,
poetas del windsurf,
poetas de La Lucila,
poetas de los grupos de doce pasos,
poetas de la Age of Communications,
poetas del sermón,
poetas del tenis,
poetas del balón,
poetas que no entran en esta clasificación:
no nos han vencido.
Los gigantes de los bits
masacraron la poesía
y la devuelven multiplicada.
La poesía es hoy el canto de los bits.
La poesía es hoy de la gente que quiere expresarse.
¿Qué hacer?
Saquémonos por un rato las máscaras de la ideología,
abandonemos por un rato las Grandes Ideas.
Pensar es generalizar y por lo tanto generalizar es lo que nos hace humanos
pero detengámonos por un momento
en los detalles de lo particular:
show don’t tell y epifanías
que disipen por un rato la urgencia del sentido.
Todas las posibilidades de la poesía caben en mí:
la poesía de la conquista y la de la renuncia,
la poesía del futuro y la poesía del pasado,
la poesía del cambio social y la poesía de la transformación personal,
la poesía con métrica y rima y la poesía en verso libre,
la poesía de las canciones y la poesía de los ramones,
la poesía hermética y la poesía transparente,
la poesía de yo es otro,
la poesía en primera del plural,
la poesía en segunda persona ambigua,
la poesía de la empatía y la poesía de la provocación
la poesía de je est un autre y la poesía de song of myself,
la poesía de canta oh musa y la poesía de aquí me pongo a cantar,
la poesía de just do it y la poesía de sí se puede,
la poesía de la agonía y la poesía de la redención.
Los gigantes de Silicon Valley
acabaron con la literatura
y la convirtieron en museo de la antigüedad ideológica.
Los gigantes de Silicon Valley
pusieron la literatura en manos de las personas.
La expresión personal y la obsesión por el like
fueron siempre las técnicas de la literatura.
La poesía es también
la posibilidad de conectar con los otros.
La poesía es el espectáculo
de la creación de nuestra identidad.
La poesía es obsesión y compulsión.
La poesía es la posibilidad de soñar con lo sublime
La poesía es útil e inútil.
La poesía es el camino por el cual llegamos dificultosamente al sentido.
La poesía es el camino por el cual llegamos trabajosamente
a la certeza de que lo mejor es el silencio y el anonimato.
La poesía es la entrega a la dicha y a lo no dicho.
La poesía siempre resulta insuficiente
y la poesía es el modo más humano de entregarse al misterio.
Los gigantes del yo
no inventaron nada
La poesía siempre estuvo en el corazón de las personas.
La poesía es la máquina de los recuerdos.
La poesía es nuestra narración de aprendizaje
convertida en música anónima.
Soy un hombre blanco de mediana edad:
es decir que no tengo nada que decir.
Lo que pueda decir no tiene relevancia.
Sólo puedo contar cómo se siente
pertenecer al grupo que discrimina al resto.
Sólo puedo dar consejos a los jóvenes
que con razón no querrán escucharme.
Me aproximo finalmente a los dos grandes temas:
Mamá y Papá, que son
los Autores de lo Que Soy
y los Lugares Adonde Voy.
Creo que hay que ser agradecido porque soy rencoroso,
creo en las buenas maneras porque tengo inestabilidad emocional,
creo que hay que tener paciencia porque me cuesta integrarme,
creo que hay que perdonar porque me cuesta olvidar.
Me gustaría tener la madurez suficiente
para no recurrir a la ironía
para no señalar a nadie
para no entrar en la euforia inconducente de la enumeración.
Me gustaría ser más sabio y poder acceder más fácil
a la cima escarpada de la contemplación serena.
Sólo tengo en mi corazón canciones de desgarro amoroso.
Sólo tengo en mi corazón islas de afinidad.
Llevo en mi corazón la más maravillosa música,
que son las historias que me cuentan los otros:
los chicos de los talleres,
los chicos de los grupos,
los chicos de la calle,
los chicos del circuito de los sin techo,
los chicos de la banda del Mono,
los chicos del grupo PAS,
los chicos de la Editorial Gredos,
las chicas de la Library of America,
las chicas de las novelas de redención americana,
las chicas del grupo de poesía de fb,
las chicas del canon,
edna, emily, louise, sharon
julia, candela, lara, tamara, cata, rawa, cassia, sil
las chicas de Iowa,
las chicas de Huma…
… las tres marías entre las que va mi niña…
Ah… muchacha…
Me consuelo leyendo a los Grandes de la Canción Patriarcal:
Dante, aritstotélico-tomista, pícaro, chismoso, enamorado, terrenal.
Sufro leyendo la canción dislocada del yo de James Joyce
Gozo leyendo a Shakespeare, Ambición, Comedia & Tragedia
Tengo un cuadro de Lorrie en mi living.
Me gustaría sentir infinita veneración e infinita lástima
por la dificultad para amar y ser amado que hay en mí
y por el misterioso y múltiple universo ahí afuera.
Escribir es atravesar un dolor desprolijo.
Hay que cursar
la cursilería, el sentimentalismo, el sincericidio,
los clichés, lo impresentable, el ruido
y la furia.
El camino al sentido no es sencillo.
Todo poema avanza hacia la decepción.
Todo poema avanza hacia el fatal sinsentido
y ahí encuentra
finalmente
su sentido,
su puntada,
su fantasma.
Santiago Llach
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