Selva Almada





2.

La brasa de un cigarrillo
cae
en un descuido de mamá
quema
el pie derecho de la Flaca.
Yo lloro            las otras se ríen
la Flaca llora            mamá se aflige
le echa la culpa al gin tonic y
promete tejerle unos zapatitos
                  al crochet.
Todos sabemos que no hay solución:
sólo yo querré a la Flaca renga
perderá la corona de princesa
con que Niño Valor la ungiera
dos meses atrás
su carrera de top model
en ascenso
se trunca
sus sueños de bailarina de tap
se rompen
como espejitos.
Mamá le habla a la Flaca:
no es tan tremendo, dice,
una amiga suya, cuenta,
perdió el útero y los ovarios,
a su cuñada
le extirparon un pecho
y sigue enumerando
mutilaciones varias
que asustan a la Flaca
y también a mí
que agradezco
que nunca traiga
sus conocidas a casa.



Selva Almada

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