Washington Cucurto
Cuervo
Carver tuvo su cuervo.
Poe tenía un cuervo,
Borges tenía su cuervo.
Elvira Hernández tomaba café en el bar El Cuervo.
Teillier también.
Lemebel también bebía en el bar el cuervo.
Cortázar vio al mundo convertido en un cuervo gigante
cuando se le fue Carol Dunlop.
Marechal decía que Perón era un cuervo justiciero y social
Hoy se me apareció un cuervo
frente a la facultad de odontología
mordía una extraña soga blanca,
se me acercó dando pasitos inofensivos.
Ni me miró.
Cuando quiso levantar vuelo
le pegué un mochilazo que lo dejó tonto.
Un viejo me gritó: ¡no es un cuervo, es un tero!
Y se murió.
Washington Cucurto
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