Vilma Tapia Anaya
La pregunta por el mal se aligera en la sangre de mi memoria
Ha aparecido un arcoíris
nubes de cristal
muy bajas
tocan las hendiduras de la cordillera
desde Buenos Aires Susana me escribe
ve que las mujeres que fueron víctimas de la violencia
hoy se unieron y que el mundo cambiará
Yo sigo a las nubes
deshilachándose descargan su leve peso sobre la tierra
la pregunta por el mal se aligera en la sangre de mi memoria
dos canarios encendidos se posan en un cable
envuelta con mis inmemoriales vestidos
predigo un jardín
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