Daniel Gómez




Negritud

No podemos vivir eternamente rodeados de muertos y de muerte. Antonin Artaud


Por mis manos hablan 

los cientos de años 

que otros nos han oprimido

ellas, como yo, 

reniegan de lo poco de blanco que hay en mi sangre

ellas, como yo, vomitan de asco.

Tras los barrotes de mi celda

he visto la sombra de una gota

pero su reflejo me reveló

la existencia de miles de ancianos 

muertos de rabia.

Al liberarme, sólo desolación.

Al pensar en los que nos hicieron esto,

en los que nos hacen esto,

siento el enorme deseo de matarlos.


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