A otra cosa ¿Pongámonos bien la vida que nos pusimos del revés? En vez de alimentar historias de plomo digamos cosas fáciles. En vez de hacer de perro del hortelano, o llorar a la luna porque no nos quieren, echemos pájaros en el jardín de las preciosidades. Probemos saludar a desconocidos a ver si aparece el amor, pues qué delgado está el mundo, qué pálido, y necesita apoyo. Aventa una palabra uno y afecta al tiempo futuro; por eso hay que hablar con cuidado y sonreír más. Pongámonos bien la vida a ver qué pasa, pues así como estamos se han desequilibrado los bancos de las plazas y si no intervenimos ¿a dónde va a ir la gente a tomar aire?